sin ignorar que existo, y lo sé
y lo presiento cuando llega
el amanecer
desbordado de ti en un verso.
Y lo intuyo, y sé que Babilonia es un sueño
que existe aquí (dentro de mi alma)
detrás de este amanecer de párvulo sueño.
¿Lo ves? Lo sé.
Hoy soy como la primera vez,
una niña insegura subida al trapecio
guardando equilibrio entre tus sombras.
Y tú me ves crecer
en el colorido de una caja de acuarela,
en las noches de tu boca.
Pero me quedé dormida bajo el sauce
en la eterna voz de primavera…En tu verso,
en tu esperanza, en el deseo, en el beso…
Y tú me ves crecer cuando me invocas,
cuando regresan mis pasos
sobre el aliento frío de tu largo invierno.
Entonces vuelvo al calor de Babilonia,
y tú me ves crecer.
M M
No hay comentarios:
Publicar un comentario