viernes, 29 de mayo de 2015

Este sonido de costumbre



  En esa mirada alargada
veo como se abren tus ojos al deseo en vilo
                                [ en esta gruta de la vida.
Por qué será que este sonido de costumbre
es como el silbato de un tren de lejanías,
en su eco,
todo recobra el hambre del pasado.

Y me sorprende cuando posas tus brillantes pupilas
mojadas de silencio a la vera de mis ojos buscando el camino
y vislumbro en ellas, una conversación calmosa, honda,
llena de sentimiento.
Y veo al hombre que se vuelve niño en la remembranza
                                                          [ atrapando un suspiro,
vareando la memoria de su celoso tren de recuerdos.

Entonces me entra ese anhelo,  _tú me entiendes_
y quisiera atraparte en esa estancia,
en esa soledad de los días donde no consigo saciar tu hambre. 
Va a ser, que la  juventud se asoma al recuerdo
para apearse con nostalgia.  Crees que no lo sé.
La vida se nos va durmiendo en la venas
y yo, aun tengo ansias por vivir


María del Mar M M
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viernes, 22 de mayo de 2015

Décimas “Del barro se rehace”

Estimados compañeros, vuelvo hilando despacio unas décimas que debía a mí compañera Marisa ( Nuevoviajea Itaca )
Para mí es un placer hacer contrapunteo con quienes me brindan la oportunidad para ejercer esta voz.
                                                    Así versó Nuevoviajea Itaca

Entre aires de espinela
rimando a contra corriente
no es más docto ni valiente
sino el que su genio vuela.
Los Maestros de esta escuela
son profes ya experimentados,
pues ellos, magos versados
incitan al contrapunto.
¡María del Mar, yo me apunto
con tus versos endiosados!
             
                                        Mi modesto contrapunto del barro se rehace



Orgullosa yo me siento,
soy una mera aprendiz,
que aprende de su desliz
sin levantar aspaviento.
Hablamos de sentimiento,
cuando él, dulce se hace,
de dentro solo renace
y del suelo su voz  crece,
tal como el verso merece
si del barro se rehace.

Que no cause descontento,
no importa perder cordura,
si versamos con soltura
poniéndole buen acento.
Que no quede sólo en tiento
y el verbo sea espinela,
si de la boca ella vuela
separando paja y grano
en este punto cubano
hecho con mucha cautela.

Y aunque no soy una gata
saltando por el tejado
voy haciéndome un forjado
sin cometer una errata.
Itaca la envuelve en guata,
por el parnaso la vuela
prendiéndola con candela,
enhebrándola en el labio
lejos de todo resabio
 por si hay a quien le duela.
  
Sólo así vamos versando
conformando hombro con hombro,
queriendo causar asombro,
si la vamos engarzando.
La iremos así ensamblando
versando de buena gana
con una buena voz llana
que rompa dentro del pecho,
lo que para mí es un hecho.
¡Debe lucir color grana!

 María del Mar M M
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lunes, 4 de mayo de 2015

Azul y a veces gris

   


   Es así, azul y a veces gris
la voz de fuego que arde en mi boca.
                                                        Ella,
reverbera emotiva en su tálamo
cuando  alcanza  el  hecho
y me va quebrando el alma con el verbo.

Y puedo sentirla y saberla
dentro de mí lírica y soberbia,
                                       dulce-amarga
llenándome  de vida hasta las trancas,
peinándome trémula la voz
en el trillado sonido que sale de mi boca.
                                                           Desmembrada,
ella llora y escala por mi labio abriendo su pestillo.
                                                                      Y la siento,
la siento como alba voceando sus efluvios, evocando los sonidos,
ahora rotos y esparcidos por el iris que con ímpetu ha llorado.




M M

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