sabrás del pecho inundado de razones,
de las horas del reloj y el frío acero del
tiempo
horadando el alma en un sueño de Agosto.
Cuando cargue contra ti mi voz de amor,
¡Ay¡ oruga de silencio,
yo me romperé en tu pupila,
y sabrás,
sabrás de mi sonrisa almidonada con ternura,
de mis besos de nostalgia
en los ojos de las nubes aceradas.
Cuando cargue contra ti mi voz de amor
sabré de tu garganta de musgo
en el paisaje lejano del recuerdo
cubierto por el polvo y el peso del
silencio.
Sabré de mi noche conviviendo con tu pena
bajo cielo afligido de recuerdos
emergiendo en un mar de imágenes
buscando aire,
con la esperanza tierna por volver a soñar
Agosto.
M M
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