que te vuelve loco este revuelto oleaje
y sin faro, tu bergantín se golpea contra
las rocas.
Nuestra existencia son dos orillas
perfectamente claras
donde aborto mi ternura a tu mudez
sin que llegues a sentir su destino,
por lacerar mi corazón sin tu palabra.
Pero te digo que esta impronta no me
importa
y aunque tus labios no pronuncien mi nombre,
sé que soy tu lábaro..
M M
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