Hoy con el corazón
apretado
me hundo y caigo en
el silencio,
mientras mis
palabras se estrellan
en mis
pensamientos.
Mis ojos me olvidan
en la profundidad
mi existencia.
El abismo se abre
ante mí
como un pozo
profundo
desgarrando la
presa roja que palpita,
casi, quitándome la
vida.
Inmóvil ante mi asesino
imploro a mi alma,
para que extienda
sus brazos
y arranque de mí la
memoria.
Para que excave
bajo tierra
y ahogue esta pena,
que de saberme
tuya... Ahora me siento muerta.
Hoy tengo el
corazón apretado
y los brazos se me
caen,
porque sé que me
olvidas
mientras yo te
estoy amando.
M M
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