me lo bebo en mis
versos
cuando te amo.
¡Así! Sin apenas
rozarte
sin ver tu mirada
sin beber un solo
beso
en mi silencio
ebrio y enamorado.
Donde mi verso es
canto
para que oigas en
tu invierno
mi calmada
primavera
desnuda en esa sed
ardiente
que sonríe en tu
boca.
¡Ya no estoy
desesperada!
mi palabra no es un
eco
ni soy una espiga
doblada.
Amor, he crecido en
tu rama
mis hojas visten de
nácar,
he brotado como el
blanco lirio en la enramada.
¡Mírame!
Alzo en vuelo todos
los días,
y por ti, en tú
honor,
repican en mi pecho las campanas
cuando habla el
corazón.
M M
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