en
mis ojos de leche,
parpadeo
soles en sendos caminos
enarbolando
tu Otoño embelesada de sueños.
¡Sí!
de quererte,
amaso
feroces tiempos que acusadores
parodian
días perdidos
en
el origen de una locura.
De
quererte más allá de la mirada,
manifiesto
verdes huertos y flores
en
alas que laten en mi pecho;
luz
de antorcha, árbol que da sombra,
ligeramente
postrera queriendo lo que digo.
De
quererte
¡Quiéreme! Quiéreme así,
ermitaño
en mi ombligo de silencio.
De
ternura crecido en mi alma.
horadando
con tus manos sin sonido
la soledad que hace sombra con el tiempo en mi
camino,
flagelado
de estío.
M
M
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