En
la melodía vaga
que
surge y resiste en el alma
cuando
resucita el amor
rendido
y dócil al dulce sabor del beso,
al
cántico en tu mirada,
cuando
tendemos la ternura en los rayos del Sol.
Ha
obrado el tiempo,
y,
aún estamos vivos
empapados de besos
bajo
la marquesina del tiempo.
Enamorados
de la ternura
con
la mirada puesta en el andén de la tarde
viviendo
su levedad,
con el alma de fruta.
M M
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