Loca la llaman.
Hablan…
pero no ve sus caras.
De
tristeza vencida,
de
mirada perdida,
como
una foto gastada.
Un
sueño en el que vive enfrascada.
Y
así…
Pasan
los días que pisan las noches
sin
poner la luna su broche
donde
siempre está desvelada,
con
mirada ausente haciendo sus cábalas.
Como
gaviota sin alas
con
una pena silenciosa clavada
¡Tantas
promesas, tantas… Nada!
Cuando
alguien le habla,
ella
sonríe y se hace la olvidada,
pero
en sus ojos de verdad velada
hay
una historia que cuenta,
la
locura que arrastra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario