Qué oscuro parece todo,
con
el mundo de espaldas.
Negras
son las horas en el vaivén del tormento.
¡Es
tan silencioso este silencio!
¡Da
miedo Manuel!
Desde
aquí ya no alcanzo a ver tus ojos,
y el
hilo de aire que llega, sabe a olvido.
El
hueco en mis entrañas,
derrumban
estos huesos Manuel.
Aquí,
el sueño no llega
y las
noches silban sin sonido.
¡Qué
pena Manuel!
Esto
es el destiempo de las almas perdidas
que
vuelven una y otra vez,
para
cumplir el pacto que hicieron
antes
de nacer.
Aquí
no hay nada, solo mi alma Manuel.
M M C
(10-11-2011)
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