Así,
cortando las flores
el
jardinero sospecha
que
está triste, deshecha
la
flor por sus amores.
Cantaban
los ruiseñores
enamoradas
endechas.
Cupido
lanzaba flechas
pintando
bellos colores
para
la enamorada.
Y
en cuanto ella presencia
hacía,
su sueño agradaba.
En todo su olor y esencia
la flor
sutil enseñaba
en
aroma, su paciencia.
M M