Como
un lánguido recuerdo
el
roble allí se alza
en un
bello sueño amor.
En un
ruego, donde la brisa
acaricia
el corazón.
Donde Luna de plata
en la
noche estrellada
de
amor se abrasa
alumbrando
el cauce del río
para
ver entre sombras y claros
el
amor que con dulzor,
el
roble le ampara.
Él,
con sus ajadas ramas
acaricia a
Luna ,
que
reflejada en el agua
se
embelesa de dicha
bebiendo
de amor su tributo.
En el
silencio de la cálida noche
un
nido de amor, roble y Luna conciertan,
melódicos
grillos cantan
entre
croares de ranas.
Qué
gozo y placer la noche les brinda,
cuando Luna de nácar
en su
luz derrama,
al
roble su esencia, el alma le embarga.
M M
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