Le
confieso;
me adormece con su silencio.
Me
invoca hasta sus ojos
y
me cautiva de esperanza.
en
sus ojos de franqueza,
con la emoción sonrosada
al
amor firme y profundo que siento.
Tal
vez, alguna vez su mano
decida
apretar la mía,
y
con ternura sus brazos
en
un abrazo de alegría confirmen
latiendo
en su pecho que piensa en mí.
Entonces silenciosa me pregunto,
cómo
será sentir su beso en mi boca,
agitada
ambrosía
vistiendo
mi corazón de amor,
y
la piel con su tierno aliento.
Sé, que detrás de éste vasto silencio
arden nuestros ojos con el roce de los versos,
Sé, que detrás de éste vasto silencio
arden nuestros ojos con el roce de los versos,
y
se deshojan desnudos de vergüenza
en
lágrimas con un nudo en el pecho.
Lo sé , ahí es donde coincidimos usted y yo,
¡Si!
Suspirando
en un amor inagotable
encumbrado
de silencios.
M M
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