sábado, 16 de noviembre de 2013

Lacerando la boca

 Te afanas sobreviviente en la sombra que eres,
en la voz que agrieta un verso
para salivarme en tu boca.
Y no, no estoy inventada de ti
ni me vacié de tu boca para caer en tu cama
acumulándome tan solo en tristezas.
Mas tú lo sabes
 y te ahogas en un sonido apagado
soñando besos de almohada.
Y has hecho un telar en la vigilia del sueño
para besarme de jazmines la boca
con el sonido de tus dedos  al vestirme en el verso.
Pero el tiempo nos ha quebrado como hoja
volando quimeras de otoño en largas noches frías
con vocales melancólicas.
Ahora dime  ¡Dime!  Cuánto se puede callar tras los ojos
en un himno de amor lacerando la boca, matando el sonido.
¿Cuánto?

M M

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