Alborea
en mi labio una sonrisa
que relumbra como un tímido
Sol
que abraza la esperanza
ahuecada entre las nubes.
Hoy podría decir
que me alcanza la compresión
para vestirme de la vida,
aunque amanecí nublada
anunciando tormenta.
Los cantos de sirenas no me
adormecen,
ni la telaraña de una trama
con su broma,
me resulta descortés.
Mi lengua no está tuberculosa
ni hace ruido en mi cabeza la
pesada losa de unos ojos.
Existe un orden en esta voz,
una aguja de avidez hambrienta
con un soplo cálido y
tornasolado.
Hoy sé que mis ojos son
insondables
y demoran en millares de
silencios,
pero el suelo de mi alma es
fértil para el verbo de mi boca.
M M
Código: 1405050801758
Fecha 05-may-2014 18:27 UTC
Licencia: All rights reserve
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