viernes, 12 de octubre de 2012

Respuesta a mi plegaría

Corriendo, apresurada
con el cántaro bajé
en busca de agua clara
a la florida vega.
Allí, en la ribera,
mis revueltas aguas
al ver las tuyas tan calmas
adivinaron  una nueva alborada
como respuesta a mi plegaria.
¡Ay amor!
Me quieres y me amas
pero me revuelves tanto el agua
que pierdo la calma.
Tanto, que creo oír en trinos
que los pájaros hacen proclamas
dejando mi alma quebrada.
¡Ay amor!
Me ahogas con tu boca
en ese fado de campana
cuando hace ola en mi sangre,
tu piel, en mi noche callada…
Sacas de mí todas mis ganas
en cada  nueva alborada.
¡Ay amor!
Me desarmas

M M (20-4-2012)
Reservado todos los derechos de autor ©



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